La señora Rosa, 47 años, nacida en Piura pero emigrada a Lima; dueña de casa, madre de 4 hijos y activa "microempresaria-sin-saberlo" fue la primera informante que nos hizo pensar en el "Ahorro Compuesto" como argumento para entender la posibilidad de los Microseguros. Veníamos de hablar con altos ejecutivos de una compañía de seguros que nos manifestaron su preocupación respecto de los segmentos socioeconómicos a los que íbamos a enviar a nuestros antropólogos a vivir para investigar. Querían que nos ubicaramos en segmentos más altos, "pues es ahí donde hay más dinero"-indicaron. La incertidumbre se producía por cifras que exhiben diversas empresas de estudios de mercado y datos del gobierno, que suelen señalar rentas familiares promedio que bordean los 150 dólares mensuales para algunos segmentos considerados de extrema pobreza. Con la señora Rosa aprendimos que existe un poderoso mundo de economias informales que envuelve a casi todo el mundo en las zonas marginales de la sociedad. Y que aquello que se indica como renta familiar promedio, suele ser casi la mitad de lo que ralmente es. El ahorro compuesto es un concepto que complementa las clasificaciones de renta que muchas entidades publicas y privadas realizan de los estratos socioeconómicos más bajos. Para entender esta idea es necesario decir que las metodologías basadas en modelos estadísticos y de proyecciones no son necesariamente deficientes, sino más bien incompletas. La razón de esto se encuentra en el proceso de construcción de los marcos de observación y las herramientas de recogida de data, ya que las estructuras conceptuales suelen ser necesariamente cerradas o prever límites para hacer calzar la información que se busca recoger. De ahí que cuando se hace una pregunta sobre los ingresos o el nivel de renta, muchas veces la pregunta no está contemplando el límite perceptivo que tiene la gente respecto de sus fuentes de ingresos. El dinero suele entrar; simplemente así: "Si me pides contarlo veré que es poco, es insuficiente o no me alcanza. Prefiero no pensar en eso y seguir hacia adelante...". Entonces, la composición estriba en los aspectos informales que componen la economía. Las personas de bajos recursos, aun aquellas con más educación, dificilmente van a estar dispuestas a realizar un ejercicio intelectual para distinguir entre entradas formales e informales. Y es, precisamente, sobre las entradas formales que la gente piensa cuando se le pregunta por su nivel de renta. "Usted, donde se ubicaría dentro de los siguiente tramos de renta?" En nuestra opinión -y la estamos comprobando en los trabajos de campo de IMR-, la gente recibe mucho más dinero del que declara, no por malicia o desconfianza, sino por inconciencia. Así es. Las personas no suelen ser conscientes muchas veces de dónde y cuánta plata pasa por sus manos durante el mes. El dinero (o incluso bienes e insumos) simplemente "llega y se va". Entonces, cuando logro evitar que una parte de esa plata que "llega y se va" se quede, comienza a surgir el ahorro compuesto. Ahorro, porque el dinero se comienza a juntar. Compuesto, porque tiene multiples y diversas fuentes de origen, inestables, informales, imperceptibles por su inestabilidad e infrecuencia: la venta de unas artesanías o muebles viejos, platas que me mandaron del campo por los meses que acogí a una de mis sobrinas, unas subvenciones que me dio el gobierno, el aporte de una de mis hijas que está haciendo un trabajo temporal, comida que vendí en la feria el fin de semana, etc. Todo ello compone el ahorro. Y nuevamente, suele no ser reconocido como tal, hasta que algun bien, objeto o servicio pasa a formar parte del repertorio "moralmente válido" de mis gastos. Sobre la moralidad del gasto hablaremos en otro momento. Y también sobre la importancia que el Ahorro Compuesto tiene para los Microseguros.
