lunes, 7 de diciembre de 2009

Microseguros a través de Microfinancieras: Foro en Panamá




La Red Centroamericana de Microfinanzas (REDCAMIF) organizó esta semana que pasó en Panamá su foro interregional Microseguros: Una oportunidad para las microfinanzas. Fuimos invitados como conferencistas y tuvimos además la oportunidad de conocer interesantes ponencias y actores que cada día cobran más relevancia dentro del escenario latinoamericano de microseguros. Existen más de 5 millones de microempresarios y sólo 800.000 son atendidos por las microfinancieras; para ellas los “microempresarios” son el sector más vulnerable a los riesgos y posible objetivo de seguros de vida, de inventarios, activos, entre otros productos que deberían repuntar en el mediano plazo, además de seguros de salud, enfermedades y accidentes, para familias microempresarias.

El concepto de microseguros manejado por el foro, es concebirlo como una herramienta que ayuda a generar cultura de seguros entre las personas de escasos recursos, siendo éstos más de 4000 millones de personas en todo el mundo con un potencial de consumo de 15 trillones de dólares. Sólo 135 millones de estas personas tienen microseguros, es decir, a penas el 5%. Queda clara así la magnitud de la población mundial expuesta a riesgos que los seguros pueden cubrir.

A 2009, en CentroAmérica existen 229 microfinancieras, con una cartera de 14,7 mil millones de dólares y desembolsos por 8,2 millones de créditos por 7,9 mil millones de dólares. Siendo el promedio de los préstamos US$900.

La idea de REDCAMIF es lograr generar una interconexión entre la red de microfinancieras y las compañías de seguros, no aplicando un modelo de broker o agente intermediario, buscando formas para conectar a la RED actual de IMF con las aseguradoras, de modo de darle un sentido de valor a los clientes actuales de las microfinancieras.

Con el tiempo veremos si este proyecto logra avanzar más allá de estructura natural de crecimiento de las microfinancieras. Sin duda un reto difícil de lograr si se condiciona todo a su red de distribución crediticia, la cual consideramos es limitada a su propia estructura. Estamos de acuerdo que son una buena alternativa, sobre todo si se considera que es necesario contar con una masa crítica importante para hacer rentable este negocio para las aseguradoras. Algo que las IMR (Instituciones Microfinancieras) estarían en condiciones de aportar dado su acceso a los mercados masivos de la Base de la Pirámide. Sin embargo, nuestra duda y aprehensión es que este canal (y el proyecto de RedCamif) deja de lado la exploración de micro canales alternativos, que puedan asociarse en forma más autónoma de las microaseguradoras para fomentar la distribución de seguros de Vida, por ejemplo, y no necesariamente productos de distribución tradicional de la bancaseguros, como seguros indexados a créditos, el core de las microfinancieras.

Otra duda que nos embarga, es el supuesto que posee este proyecto, de conocer a los consumidores de microseguros. Según esto, el conocimiento les vendría por el lado de las microfinancieras y su experiencia con los clientes. Nuestra duda radica en que años de experiencia en seguros y viendo el desarrollo de la bancaseguros a nivel mundial, precisamente el conocer al cliente de seguros ha sido una de las más grandes debilidades de este tipo de distribución, ya que muchas veces las expectativas de oferta y demanda crediticia son totalmente diferentes a la de los seguros, y el espacio de de negocios se convierte en un enfrentamiento entre dos culturas distintas. Una debilidad que sin duda podrá jugarle en contra a RedCamif si no profundiza mayormente en las expectativas intangibles de los consumidores y su cultura económica informal.

Mientras tanto, he aquí algunas ponencias que nos parecieron muy interesantes:

Banco Sol – Bolivia: A través de la ponencia de Paola Rojas - Originalmente fue una ONG para apoyar a pequeñas empresas, pero logró crecer hasta transformarse en un banco. El 80% de la población boliviana constituye un mercado informal. BancoSol distribuye y busca ampliar la formalidad de los sectores económicos productivos a través de Seguros de Vida y Sepelio, para clientes con cuenta de Ahorro, y con descuento de primas por medio del débito automático desde la cuenta. Además de contar con cobertura de Accidente (US$3,99 x año). El Seguro de Accidente (US$4,48 x año con cobertura de US$500 anuales), es muy atractivo y se suma a otro producto similar vendido directamente en España para los clientes que envían remezas. Pero sin duda su debilidad son los productos voluntarios.

Interactuar – Colombia: A través de la ponencia de Juan Darío González – Necesaria y estimulante ponencia, sobre todo por su crítica al desenfoque de muchos actores relevantes que creen estar haciendo microseguros: los productos deben ser simples, sin condicionados, y con coberturas que realmente afecten e impacten resolviendo de manera continua las necesidades de la microempresa. Interactuar posee 40,000 clientes mayormente en la región de Antioquía; y en nuestra opinión se trata de una de las actividades microfinancieras que más pueden aportar al desarrollo de los microseguros por su filosofía. Actualmente están midiendo el impacto de sus acciones comerciales al comprobar si efectivamente las personas que recibieron créditos por parte de ellos evolucionan saliendo de la pobreza, estableciendo indicadores respecto de si empezaron solos o han crecido incorporando más gente, etc. Algo extraordinario que busca demostrar el real impacto que debieran tener las buenas intensiones de muchos. Bravo!

RedSol – México: A través de la ponencia de Annabelle Sulmont  - Extraordinaria iniciativa de microfinanzas y microseguros, con un proceso paralelo de medición del aprendizaje continuo y la construcción de distribución de Microseguros – RedSol se concentra en seguros de vida para mujeres a través de una red con estructura cooperativista. Muy interesante y valioso el valor de identificar necesidades de una población muy vulnerable que ahorra y busca protección. Red Sol, nace vinculada con la aseguradoras, sistemas de información, capacitación y marketing para distribuir. Si bien están vinculados a los créditos de las microfinancieras, situación que los podría desenfocar y limitar por la propia estructura de las entidades crediticias, los valores de aprendizaje continuo e indicadores de desarrollo continuamente monitoreados desde un sustrato antropológico, les otorga un valor enorme a esta experiencia. Reconocen que los seguros normalmente son vistos como un gasto adicional al crédito y que se verifican problemas de información, y han concentrado acciones de capacitación muy intensas sobre las personas que venden. Además, también han implementado programas de educación financiera con protección, ahorro, crédito, marketing educativo a la prestación de servicios y apoyo a la visibilidad tangible del producto. Excelente!


Programa de Educación en Manejo de Riesgos y Seguros – Colombia: A través de la ponencia de Alejandra Díaz de Fasecolda Interesante experiencia para el desarrollo de la educación financiera y por ende de la tan anhelada cultura de seguros. En Colombia, 15 compañías ofrecen microseguros con más de 15 millones de asegurados, por lo tanto el proceso de educación financiera desarrollado por Fasecolda tiene como objetivo crear conciencia hacia los riesgos, cambiar la percepción de la población hacia los seguros y tomar decisiones informadas, entre otras. Sin duda un interesante aporte que puede ser la base para proyectos internacionales tendientes a cambiar la percepción de la población hacia los seguros. En otro blog nos extenderemos más sobre este tema en particular. Muy bueno.

Finalmente digamos que el Foro estuvo bastante bueno, pero nos quedó la sensación de cuan relevante sería que más ejecutivos de la industria aseguradora participaran en este tipo de eventos especializados. Si bien se debatió (a pesar de que un defecto del Foro fue el haber contado con poco tiempo para ello) sobre las calidades de los productos y se argumentó que una de las razones del poco desarrollo de los microseguros es muchas veces el alto valor de los productos, nuestra opinión sigue siendo la misma, refrendada por nuestra investigación en IMR:  no es que los productos sean caros y que los pobres no pueden comprarlos, o que no haya productos adecuados para sus reales necesidades, sino más bien que no se sabe mercadearlos apelando de manera inteligente a las necesidades explícitas e invisibles de los consumidores. Esta es la clave verdadera para el éxito de los microseguros y será el gran reto para las microfinancieras. Algo que durante todo el foro lamentablemente ni se mencionó. El cómo se debe  decir lo que se quiere decir…

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mil Hojas Chilena



Tal vez esto no tenga mucho que ver con los microseguros o las microfinanzas... En MacDonald's también es posible encontrar cultura chilena. Mientras estoy almorzando una hamburguesa con queso en un local frente a Vía España en Ciudad de Panamá, hoy me topo con un pedazo de torta de mil hojas "Chileno" con manjar blanco. Si es casero mucho mejor, pero si es Panameño, extraño. Voy a comerlo con ganas...

martes, 1 de diciembre de 2009

Microcentros Comerciales Compuestos



Los microcentros son una marca instintiva dentro del espacio urbano de Ciudades como Guatemala. Convengamos que el espacio urbano es aquella construcción humana donde nos movemos en forma permanente cuando transitamos por o vivimos en la ciudad. La ciudad es el constructo humano más representativo de la vida social, de la vida gregaria de la especie humana. Surgida por primera vez hace más de 11.000 mil años cuando el ser humano descubrió la agricultura y comenzó a generar excedentes para su alimentación, en la ciudad se produce el primer paisaje humano, propiamente tal, que tiende a perdurar dando señas de conservarse por su funcionalidad. Luego, a través de los siglos, el paisaje urbano va a desbordarse, expandiéndose hacia los bordes o márgenes de la ciudad llegando incluso a ser casi totalmente el propio planeta parte de ese paisaje alterado. En particular, es durante la Revolución Industrial que el ser humano descompone con mayor profundidad el paisaje. Bosques, mares y montañas dejan de ser el espacio virgen para transformarse en estados alterados reflejo de la intrusión de la conducta humana. Hoy por hoy, hasta el bosque más alejado del planeta ha sido fragmentado por la mano del Hombre, ya sea porque a propósito no ha sido alterada al ser intervenida, o porque madereras, petroleras, lluvia ácida o calentamiento global han comenzado a trastornar sus ciclos milenarios.

Paisaje y acción humana parecieran ser sinónimos. Así, el concepto de paisaje se moverá también en forma flexible desde lo natural a lo cien por ciento humano, tal cual es la ciudad. Porque la ciudad es la gran interacción de flujos y expectativas humanas. Es ahí donde se encuentran ambos y establecen su imperio. La gran ciencia de la expectativas, la Economía, puede dar cuenta tanto con modelos matemáticos, como con teorías de juegos o alcances, a qué nos estamos refiriendo por interacciones. Diremos simplemente que al igual que la Economía, la ciudad nunca duerme. Nueva York, por ejemplo, como icono del gran centro metropolitano de mega interacciones, es dónde mayormente se ve reflejada en el mundo moderno la instalación de lo humano y sus expectativas culturales. Es en el espacio imaginario que como ciudad irradia, donde mejor se produce la intersección y se generan otras y nuevas, infinitas, interacciones, en una dinámica imparable que da vida, que otorga salud, cual un dios que está creando todo (y destruyéndolo) permanentemente en la mente de la cultura global. De ahí que las películas más taquilleras de nuestro tiempo estén saturadas de alusiones a la destrucción de esta ciudad, a la desaparición de sus edificios, a los grandes eventos que se dejan caer desde el espacio (Impacto Profundo), desde el centro de la tierra (2012), desde un destino inexorable (Cuenta Regresiva), o incluso desde la propia industria cultural (Gotzilla), en dónde la ciudad en permanente evolución y dinámica parece imaginariamente en permanente destrucción y cataclismo. Las Torres Gemelas son el punto de inflexión a esta “locura imaginativa”. En su destrucción tiene lugar la sobre-posición de la “realidad por-fin-aquí” que en la imaginación de la industria cultural (Hollywood) venía citándose como ideal del núcleo mismo de la ciudad contemporánea. Con las Torres Gemelas queda claro (¡por fin!) que el mundo real llega para quedarse y es catastrófico, al menos momentáneamente, hasta que otra imaginación urbana sea más poderosa como para vencerla. Nadie más post moderno que Osama Bin Laden. En Cloverfield. un monstruo probablemente primo hermano de Gotzilla, inicia la destrucción de Nueva York desde la mirada en primera persona del espectador-participante que permite el video. Una genialidad, si se considera que video, cine y urbanidad se unen aquí para construir las mitologías visuales que los video-juegos de la próxima generación ayudarán a crear: La ciudad interpretada por si misma, auto imaginada en su hecatombe y actuada en un acto de hiperrealidad.

Pero existen también miles de otras realidades en profunda construcción, más allá del centro, del epicentro urbano, de la plaza central, del zócalo, y que se producen con igual o mayor dinamismo, aunque sin la expresión visual y culturalmente saturada que posee la expresión del centro (las noches iluminadas de Manhattan, las luces de París o la amontonada Tokio). Son más bien expresiones principalmente económico-dinámicas, pero ocultas, traslapadas al ojo de los medios y de la economía central, a pesar de encontrarse en movimiento permanente y ser altamente interactivas y especializadas. Se trata de lo que he denominado los Microcentros Comerciales Compuestos (MCC).

Microcentros, por tratarse de espacios reducidos de intercambio económico donde confluye la barriada constituida en torno, si se comparan con los grandes centros comerciales, los malls o los mega o hipermercados. Comerciales, porque su dinámica es esencialmente de intercambios comerciales, oferta y demanda. Y Compuestos, debido a la multiplicidad de actores contribuyentes al flujo económico que corre como un río por sus pequeñas calles y puestos…

Los MCC son expresiones periféricas del gran enunciado económico de los centros, pero a escala, a imitación o reflejo. Así, si en los grandes centros comerciales encontramos concentración de empresas formales, regulación  y uniformidad (por la tendencia a totalizar y controlar por video-cámaras lo que se produce ahí), en los MCC se produce concentración de informalidad y desregulación permanente. Es más, el sistema MCC exige esta desregulación para poder sobrevivir. Si un oficial de la oficina local de Impuestos osara viajar a las profundidades de un Microcentro Comercial Compuesto, no lograría estropear la precariedad económica que se ha constituido ahí, tal vez sólo por unos cuantos instantes, pues la empresa informal volvería a articularse, moviéndose con la rapidez de un rayo a instalarse en otro lugar del puesto en la feria o el mercado, reciclando los productos que vende o su propia función. Si existiera la intensión por parte de un alcalde de regular los mercados de comida al paso y cocinerías con reglamentos de salubridad pública del tipo Institucionalidad del Ministerio de Salud, del mismo modo en el MCC no tendría ningún efecto más que caerle a algún pobre locatario que se vería perseguido y probablemente empobrecido, mientras se mueve a otro MCC a rearticular su pequeño e informal negocio.

Lo particular es que en el Microcentro Comercial Compuesto se producen las mayores expresiones económicas de la marginalidad. Creer o pensar que los mal llamados “pobres” están marginados del flujo económico es una falacia. Esto no quita que estén desamparados , pero en función o relación a los centros desarrollados o modernos, a escalas de compromiso tecnológico mayor, a cambios y tendencias, a políticas de justicia de envergadura, pero no a sus propias reglas y organizaciones constituidas para sobrevivir y generar excedentes. Porque en los MCC se generan excedentes en forma permanente. El problema es que muchos de esos excedentes se monopolizan en entidades con poder que surgen dentro del mismo MCC, en particulares, intermediarios, en traficantes que ejercen poder y también su versión propia de la justicia. Algo que por supuesto al Estado Totalizador no le agrada y cataloga como caos o anarquía porque se escapa a sus regulaciones.

La capacidad de administrar y monopolizar excedentes es algo que tempranamente los narcotraficantes de las barrios pobres de Guatemala o los paramilitares ex policías de los barrios marginales de Sao Paulo, que venden sus servicios para la autodefensa de los grupos narcos con más poder. Sin embargo, no son más que expresiones urbanas micro-gestadas en los márgenes, a la luz o como reflejo a escala de las mismas orgánicas que se producen entre los grupos de poder fáctico que gobiernan desde los centros urbanos, controlan los diarios y la televisión y utilizan métodos mucho más tenebrosos para enriquecerse a costa de los consumidores o del erario público, sin ser exhibidos en la primera plana de la crónica roja como delincuentes.

Los MCC, están presentes por doquier a los largo de todas las ciudades del mundo. No se necesita vivir en el Tercer Mundo para encontrarlos. Ahí donde haya ciudades, habrá centros urbanos, y por lo tanto habrá marginalidad. ¡Buscad los MCC en los márgenes! –podría ser el llamado de algún Profeta de las Microfinanzas que llama a su grey a conocer y entender estos constructos culturales humanos para salvarlos. Lo cultural es un constructo, porque es elaborado con espacio y expectativas humanas que surgen de la expresión material y organizacional de la economía urbana marginal, en este caso los MCC. Es en ellos donde debe producirse la interacción que queremos lograr para introducir las acciones de intervención para el desarrollo, ya sean microcréditos microseguros, o como políticas públicas puestas en función de la maximización de los recursos, pues debido a que son Centros Compuestos, están formados (“compuestos”) por estratos de interacciones, por flujos de economías diversas; principalmente informales, pero también formales, que hacen y tranzan sus productos, que ofertan sus servicios, que extraen y recolectan.

La volatilidad económica de los grupos marginales urbanos no es tal; existe disposición al arraigo, y es en la ebullición permanente de estos MCC que se destruye el mito que los pobres no tienen recursos para salir de la pobreza. Pues es en los MCC donde ese potencial se expresa mejor que en ninguna parte.

Es tiempo de arremangarse los puños de la camisa, sacarse la corbata y viajar hasta allá, para conocer y describir las dinámicas. Sólo así conoceremos de qué se trata todo esto.