
Mi amigo taxista apenas habla inglés, se nota esa debilidad en la gente de clase más baja, que hablan sólo sus dialectos y apenas chapurrean en inglés las palabras más básicas. Los de mejor educación hablan un inglés casi perfecto y existen mucha información pública, noticiarios y actividades que sólo se realizan en inglés. Anoche nos vinimos del aeropuerto por unas calles en muy mal estado, con mucha pobreza y basura, con gente durmiendo sobre cartones bajo los aleros de las casuchas o simplemente debajo de las estradas de las avenidas en altura que recorren la ciudad. En Rio de Janeiro es posible ver favelas por todas partes, a cada rato, pero aquí la cosa es mayor, las favelas son más terribles, pequeñas y sucias, comparadas con las de Rio que son en su mayoría de cemento y ladrillos. Todo el camino del aeropuerto hasta donde estamos está saturado de favelas, aunque el sector en el que estoy podría decirse que es un barrio de clase alta por lo edificios de lujo que lo rodean y unos cuantos parques, pero todo está mixturado. Es cierto que es un poco prematuro hacer estos alcances recién arribado a Mumbay, pero ya mañana pretendo levantarme temprano e irme a Dharavi todo el día. Esa sí que será una aventura.
Mientras tanto, me voy a acostar mientras contemplo el enjambre de avechuchos parecidos a halcones, pero con ese graznido horrible de los cuervos, que circundan el hotel planeando en espera de quizá qué alimaña para alimentarse. Me desperté anoche un par de veces con sus ruidos pero luego volví a dormirme hasta las 4 de la mañana cuando desperté con el Adhán de una mezquita cercana que llamaba a la oración del Fayr, fue extraño y maravilloso; de no haber sido por mi intenso dolor de güata me habría levantado a rezar también.
Aquí está lleno de zancudos (mosquitos), así que fue bueno ponerme las vacunas, aunque me tengan con el culo pegado al water...
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