Quisiera tomarme la libertad para expresar desde mi experiencia personal y mi sentir, lo que significaron las 12 horas seguidas de caminata bajo el cálido clima y sol ardiente de Fortaleza.
Comenzamos nuestra labor con nuestro rápido desayuno a las siete de la mañana en la posada “Iracema”, para salir rápido como soldados al campo de batalla, caminando por las calles del centro, hasta llegar a la estación de Metro de esta maravillosa ciudad que data desde 1880, de hecho no es subterránea y está absolutamente refaccionada y mantenida con orgullo, como todos los edificios antiguos de la Ciudad.
Tomamos el tren de las 07:40, Carlos, Catalina y yo, ya que teníamos la cita con nuestros equipos de batalla a las 08:00 hrs en la plaza de Carlito Pamplona. Cuando llegamos, faltaban por llegar algunos , pero los supervisores ya los estaban llamando y nos confirmaban en ese instante que venían en camino. Mientras, Mi compañera Catalina (“Cata”) y yo, nos fuimos al Mercado Carlito Pamplona, (que funciona todos los días partir de las 04 :00 de la mañana), con el propósito de coordinar con la Administradora, la tarea de encuestar tanto al público como a los locatarios. Ella se llama Monalisa, es una chica de 30 años , de cara redonda, piel tersa, ojos grandes, y una sonrisa de dientes perfectos que la embellecen y la llenan de luz y que hacen un complemento perfecto con su voz intensa y actuar ejecutivo. Siempre dispuesta con una voluntad de oro, nos abrió las puertas de este Mercado y nunca ha dicho “no” a nuestras solicitudes, por lo tanto no hubo problema para que los chicos entraran como infantería!!.
Al instante me di cuenta que esto resultaría bien. Sin ningún prejuicio y casi desvergonzados, los encuestadores se acercaban a la gente para abordarla. Nuestros equipos estaban conformados por estudiantes universitarios, chicos de 20 a 24 años, inteligentes, decididos, sin miedo, llenos de pasión y amor a la vida, y sobre todo comprometidos con su propia palabra de “estar ahí, y cumplir con honor la pesada jornada, hasta el final” Por que así son los jóvenes de hoy, sino miren a nuestro movimiento revolucionario estudiantil!
Luego de un par de horas y tras darnos cuenta que el ritmo del mercado estaba un poco flojo, nos fuimos con los equipos a otro punto neurálgico: La cola o fila que hacen de lunes a Viernes 60 personas aproximadamente ante el banco Caixa (idea notable de la compañera Cata) . Los chicos con igual ahínco y sin pausa, se lanzaron nuevamente en picada. Y eso nos llevó otro par de horas. Entretanto, Cata fue a entrevistar a una locataria del mercado que vende ropa, y residente del barrio hace varios años, yo la acompañé por un rato, y mientras yo la ayudaba con mi portuñol, en su comprensión y habla del idioma (cada vez más avanzada) , y ella anotaba y preguntaba cosas cada vez más profundas a la locataria, comenzamos a probarnos prendas de vestir que ofrecía, (esto únicamente fue posible por la capacidad única que tenemos las mujeres de hacer dos o tres cosas a la vez, sin perder la concentración). Finalmente y después de haber cumplido con esta labor, ambas salimos de ahí satisfechas: Cata como antropóloga, con nuevos datos para su pesquisa, y con una tenida nueva para su closet y yo con un vestido nuevo de lino, hermoso, solo a 20 reales!!!, igual de barato que en Río…jajajaj”
Fue una etnografía increíble!!
Retomamos con mi amiga y compañera al ritmo de encuesta, supervisando a los supervisores , ya era medio día y la fila de Caixa ya terminaba , entonces se nos ocurrió que cada equipo (con tres encuestadores y un supervisor) bajaran por el nodo , entrevistando a cada persona del público , a cada locatario, haciendo por ambas veredas una especie de barrido o “pesca de arrastre”. Mientras caminábamos supervisando y guiando a supervisores y encuestadores, cargábamos botellas de agua casi congeladas para la sed , y de vez en cuando bebiendo jugo de coco para bajar la presión del sol y calor de esa hora (32 grados) . Por mi parte, no me despegué de mi sombrilla ¡!!
A las 13:30 paramos y fuimos a un local de comida rápida para retomar el ritmo a las 15:00 hrs.. Durante la colación planificamos con le Comandante “Che Carlitos” , la próxima estrategia de ataque, la cual fue comunicada por él a los chicos. Esta vez haríamos la pesca de arrastre por las avenidas aledañas al nodo que también tienen negocios pequeños , sobre todo peluquerías!!! (…a esa hora llenas de mujeres haciéndose sus rulos para el fin de semana o el carrete de noche de viernes…o de brujas?) Uno de los encuestadores, Neuto, no dio pausa, y se metía como si estuviera en su casa a cada local y se sentaba con las señoras con las mechas revueltas y llenas de tintura para entrevistarlas. Terminaba con un encuestado e inmediatamente sus ojos grandes e inquietos se posaban sobre otra víctima y se lanzaba sobre ella sin darle respiro ni oportunidad de que le dijera: ”no me interesa, o no puedo”.
La actividad culminó a las 17:30 horas . Un equipo terminó antes , como suele ocurrir, pero la jornada fue un éxito rotundo. A los muchachos más lentos les ayudaron sus otros compañeros ya desocupados. Y estos últimos no cobraron ni un peso de más por eso. Eso se llama solidaridad, compañerismo y fraternidad.
Nunca en mi vida trabajé tanto con mi cabeza y cuerpo, por tantas horas, bajo un clima tan inclemente para mi, al cual no estoy acostumbrada, lejos de mi familia. He bajado como cinco kilos por este ritmo, mis piernas están firmes y apretadas de tanto caminar y mis pies ya se endurecieron !!! REALMENTE HAY QUE VIVIRLO PARA SABER LO QUE SE SIENTE ¡!. Sin embargo no es una queja , sino un motivo de orgullo, porque nada importa y ha sido el trabajo más maravilloso y más gratificante que he hecho alguna vez. La actividad de ayer no me preocupaba porque, el día anterior en el training, todos los muchachos llegaron , y se comprometieron a cumplir. Y saben por qué?: porque son nordestinos, gente sincera, buena, amorosa, conectada al mil por ciento con sus emociones, optimista y que no se hace problema por nada, porque se vive la vida con alegría y sencillez, sin ningún aspaviento.
El nordestino es gente maravillosa, solidaria , te abre el corazón con una sonrisa y unos ojos brillantes. Eso me inspira a devolverles la sonrisa, a pasar a sus casas sencillas con familiaridad y confianza , a abrazar y a besar con fuerza a esas mujeres sacrificadas , sin importarme sus transpiración, su delantal sucio y su olor intenso a cebolla y ajo. Prueba de ello, es que muy poca gente se negó a colaborar con los encuestadores y los que no lo hicieron fue por falta de tiempo, o sea por un motivo razonable.
El comandante “Che Carlitos” satisfecho y relajado al fin y nosotras cansadas nos subimos al onibus ya de noche (aca amanece a las cinco de la mañana y el sol se esconde a las cinco de la tarde ) y para variar, al subir tropecé con mi sombrilla, y se me salió una chala y luego de ponérmela con dificultad por el movimiento de la micro, al pasar por el “pasador” después de pagar mi pasaje, se me volvió a enredar el paraguas y no podía pasar , y mi comandante me miro y me dijo “Yo no te conozco ah” y estallamos los tres a carcajadas, junto con el cajero , hasta que nos dolió el estomago de tanto reír. Luego camino a la posada, nos comimos unos exquisitos choclos cocidos en la calle con tanta satisfacción que fue un lujo para mi estómago.
Todo esto , le da ánimo y energía a cualquiera. Y en lo personal, como tengo el cuero duro, soy intensa , “aperrada” hasta morir (nada me detiene, ni el calor, ni el dolor de pies, ni la sed, nada) y optimista a rabiar, me hace sentir completa y agradecer a Dios estos días en una ciudad como ésta, con gente sencilla, que tiene una flor en su corazón, que se vive cada día dando lo mejor de sí, elevando sus ojos para agradecer y que en las noches se regocija, compartiendo con su familia y sus amigos la comida típica acompañada por un par de cervezas en una lanchoneta, al ritmo del forró bajo la cálida noche nordestina!
Con Cariño,
Gabi
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